La gente y los dispositivos avanzan más rápido que las marcas, empresas y gobiernos; a los usuarios todavía no se les está brindando eso que están esperando en cuanto a movilidad
La movilidad hoy lo es todo, es la nueva reina en el mundo de los negocios y el trabajo, pero todavía falta avanzar en los pasos necesarios para concretar esa sentencia. Algo similar a lo que ocurrió en la explosión de Internet.
'La gente se mueve, las redes deben acompañarlas' es una frase que parece sencilla, pero en el mundo de los negocios aún falta un trecho para llevar ese concepto a la práctica.
Todo tipo de sectores, más allá de los relacionados con TIC, están de acuerdo con ello. El informe The future of Jobs entrevistó a ejecutivos de primer nivel de nueve sectores diferentes en 15 de las economías más grandes del mundo (que suman el 65% de la fuerza de trabajo mundial).
Los resultados fueron concluyentes: la movilidad y la nube son los dos factores que más cambios van a traer en el mundo del trabajo y los negocios. Estos efectos se potencian por el ascenso de Internet móvil y la tecnología de nube, lo que permite la rápida difusión de modelos de servicios basados en Internet.
Tal es el impacto, que el World Economic Forum (WEF) equipara a este proceso con la revolución industrial (precisamente la denomina 'La cuarta Revolución Industrial'.
Pero este consenso general no se ve aún trasladado efectivamente a la realidad de la economía, los negocios, el comercio, etc. Me recuerda a la situación que vivimos hace unos 15 años atrás, cuando todos hablaban de las maravillas de Internet, la gente estaba en Internet y las empresas y marcas debían estar en Internet… pero la rueda no terminaba de ponerse en movimiento; había cautela, pocos se animaban a dar los primeros pasos. Luego ya sabemos lo que pasó, especialmente con los que no se subieron a tiempo.
La movilidad es hoy la nueva Internet. Lo que era (prometía) Internet hace unos 15 años: para la gente y el sector TIC ya es la realidad, pero para los sectores económicos, todavía una certeza de cambio en la que no se animan a dar el paso.
Porque la movilidad es mucho más que conectividad. No se trata, sólo, de ofrecer WiFi, sino de montar sobre esa red servicios de calidad y útiles para el cliente/usuario/ciudadano: localización interna en grandes espacios cerrados; mejores experiencias de compras móviles; prestar atención al usuario multidispositivo (que fracciona su recorrido a través de varios dispositivos móviles); mejores experiencias en entretenimiento en el mundo real (eventos deportivos y artísticos); facilidades para acceso, egreso y estacionamiento; historias clínicas en la palma de la mano… imposible listar la infinidad de posibilidades.
La gente y los dispositivos avanzan más rápido que las marcas, empresas y gobiernos. Sus necesidades cambian y a los usuarios todavía no se les está brindando eso que están esperando en cuanto a movilidad. Los dispositivos están, las redes están, la pulsión de la gente está.
¿Cómo pasar de esa promesa a la realidad? Se trata de animarse, abocarse plenamente a desarrollar servicios que aprovechen todo eso. Las posibilidades (como hablábamos hace años con Internet) son infinitas.
Tenemos que acortar esa distancia entre lo que para los usuarios ya es presente y para las marcas, empresa y gobierno, es aún un prometedor potencial. Mundo Contact