Tres claves fundamentales que las empresas pequeñas y medianas deben considerar para elegir su solución de almacenamiento definido por software.
Almacenar y administrar la información y los procesos es una de las principales necesidades de cualquier organización, incluyendo las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), en las cuales los requerimientos suelen ser aún más específicos, pues no siempre se tiene tan claro el nivel de volumen de datos que se requiere asegurar.
Si bien las necesidades básicas han sido solventadas por distintos procedimientos de almacenamiento, la verdad es que la tendencia apunta hacia aplicaciones definidas por software, pues estas soluciones –a través de políticas determinadas– ofrecen un fácil control y permiten ejecutar tareas de almacenamiento mediante API y otros métodos de automatización.
Hace apenas unos años, el almacenamiento convergente se enfocaba en trasladar unidades flash y de disco duro hacia distintos servidores. Luego evolucionó a la unificación dentro de una plataforma de almacenamiento compartido, que generalmente está disponible para todos los usuarios registrados y autorizados dentro de un clúster.
Hoy, la oferta de almacenamiento convergente puede proporcionar rendimientos sorprendentes y, al mismo tiempo, facilidad de uso, especialmente en un entorno de negocios en el que se requiere actualizar la oferta de servicios a un ritmo cada vez más acelerado. Es por ello que las PyMEs, al no contar con un equipo de operaciones de TI robusto y profesionalizado, pueden aprovechar las herramientas de almacenamiento de fácil implementación y administración, y de gran rendimiento.
Al tener en cuenta esta premisa, las PyMEs interesadas en el almacenamiento definido por software podrán contratar un servicio teniendo en cuentas tres claves fundamentales para su gestión:
1. Facilidad de administración
Éste es, quizá, el punto más importante. Las soluciones de almacenamiento definido por software deben brindar la posibilidad de establecer políticas para controlar el rendimiento, la capacidad de recuperación y otras funciones que requiera una PyME. La facilidad para configurar un sistema con dos o tres clics es fundamental. Si a esto se le agrega que el administrador puede llevar a cabo estos pasos y eliminar la necesidad de realizar solicitudes a otro equipo de almacenamiento o de adquirir habilidades de almacenamiento específicas, la pequeña o mediana empresa siempre saldrá ganando.
Existen herramientas que permiten controlar el comportamiento del almacenamiento de máquinas virtuales individuales mediante el uso de políticas de almacenamiento. Una vez configuradas dichas herramientas, se completa una serie de políticas de almacenamiento que permite a los administradores crear políticas para una única máquina virtual o para grupos de máquinas virtuales que controlan la forma en que se protegerán y funcionarán.
2. Rendimiento
Sin importar el tamaño del cliente, el segundo punto fundamental para contratar un servidor de almacenamiento definido por software es el rendimiento. En el sector hay un par de indicadores que determinan la demora en la red: I/O y latencia. Ambos se refieren a la capacidad para ejecutar las aplicaciones con que funciona la plataforma.
Si la solución de almacenamiento es fácil de configurar y administrar, debe ser capaz de trabajar en tiempo real para distintas cargas de trabajo. Al reducir la complejidad de administración se crea un mejor rendimiento de la herramienta; esto se logra mediante el uso de una combinación de almacenamiento flash y discos rotatorios tradicionales.
El almacenamiento flash en las soluciones del mercado se utiliza para el caché de lectura y las confirmaciones de escritura. Esta estrategia híbrida ofrece una experiencia completamente flash a menor costo a través de discos rotatorios para la capacidad determinada de almacenamiento.
3. Escalabilidad
La capacidad de escalar de pequeñas configuraciones a grandes implementaciones es obligatoria para el almacenamiento definido por software, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas. Es importante buscar una solución que proporcione un modelo de escalabilidad fácil de comprender. Una PyME puede lograr la escalabilidad horizontal y, a medida que lo consiga, se agregará capacidad y rendimiento según el aumento en la cantidad de anfitriones del clúster; al margen del rendimiento, también se puede escalar la capacidad de un clúster mediante la adición de más discos a los grupos de discos.
Al evaluar estas tres consideraciones, las PyMEs podrán comprender las diferencias entre las distintas opciones de almacenamiento y saber cómo pueden ser adaptadas a sus propias necesidades. searchdatacenter.techtarget