Actualmente la tecnología ya no se da de forma aislada. El Internet de las Cosas (IoT) nos ha brindado la posibilidad de tener información en tiempo real sobre el funcionamiento de las cosas, así como los usos y comportamientos de las personas.
Ejemplo de ello son los autos inteligentes, que nos permiten conducir leyéndonos los correos electrónicos o mostrando de forma remota la ruta que llevamos, o reportar a las empresas el tiempo que se detiene un vehículo y en dónde se detiene. También están los relojes y bandas inteligentes que nos dicen cuánto nos ejercitamos o qué tan saludables estamos; refrigeradores que muestran el tipo de productos que hacen falta o en cuánto tiempo se terminarán los que están guardados.
Todos estos dispositivos y equipos generan información (estructurada y no estructurada) que debe ser analizada y convertida en un activo que ofrezca datos de valor a los directivos de las empresas para la toma de decisiones en tiempo real.
Se trata de información que impacta en beneficios como la mejora de los procesos de producción, contabilidad, exportación, y que genera la lealtad de los clientes. La suma de estos factores acelera el crecimiento de las organizaciones y mejora la productividad.
Big Data en México
El año pasado, Big Data cerró con un valor de 191.73 millones de dólares en México, lo cual incluye hardware, software y servicios. Los sectores que más invirtieron fueron manufactura (27%), finanzas (21%) y comercio (12%). Sin embargo, sólo el 8% de las empresas cuentan con este tipo de soluciones.
Al preguntar a los CIO por qué todavía no implementaban alguna solución de Big Data, comentaron que sus procesos críticos de negocio como ventas, finanzas, logística y otros, producen un gran volumen de información que, al no estar estructurada y ordenada, complica más su análisis para la toma de decisiones en tiempo real.
A pesar de esto, para este año IDC prevé que el 21% de las empresas en México invertirá en estas soluciones porque ya conocen los beneficios tangibles. No obstante, se requiere incentivar la adopción de este modelo.
¿Y la analítica?
Dentro de los análisis de datos, las prioridades de los departamentos de TI en las empresas apuntan a entender el impacto tributario en las distintas decisiones que se adoptan dentro de la empresa y en las operaciones.
En cuanto al manejo de estos datos, las empresas reconocen que deben contar con personal que tenga las competencias requeridas para el desarrollo de productos, mercadeo, innovación, y mejoras en la cadena de valor, entre otras.
Al adoptar este modelo, el beneficio para las empresas es que a partir de la información disponible –particularmente en sectores donde se impulsa el desarrollo de nuevos productos y estrategias de servicios– se pueda aprovechar el rastro digital que los usuarios dejan sobre sus conductas de consumo, para de esta manera redefinir estrategias, innovar y ganar competitividad, respetando siempre las políticas de protección de datos y protegiendo la información crítica. CIO MX