Se estima que los ataques cibernéticos representan la mitad de los ingresos totales para el crimen organizado, por encima del narcotráfico y la trata de personas. Esto de acuerdo a la investigación realizada por la empresa Vanson Bourne.
El estudio permitió comprobar cómo muchos de los trabajadores de empresas desconocen las buenas prácticas necesarias para proteger la información online, tanto personal como profesional.
Por tal motivo, es importante contar con estrictas políticas de seguridad dentro de las empresas para proteger la información interna y de clientes.
Se estima que el cibercrimen ha alcanzado el 50% de los ingresos totales para el crimen organizado, por encima del narcotráfico y la trata de personas. El talón de Aquiles en cuanto a la seguridad de las empresas es el comportamiento de sus empleados al acceder a internet'.
Además, 'resulta fundamental trabajar en la educación de los colaboradores para que tomen consciencia de los peligros que tiene al acceder a la web'. 'El éxito de un ataque no está definido por el tipo de virus, sino por el comportamiento humano, es decir, a dónde acceden los empleados y lo que hacen en internet'.
Los ciberataques con el Internet de las Cosas (IoT) podrían tener un crecimiento del 40% por año, debido a la cantidad de objetos conectados a internet. La consultora Gartner señala que dichos objetos representarán más de 26,000 millones de cosas conectadas en el 2020.
Los cibercriminales están utilizando las redes sociales para encontrar información sobre cómo romper las claves. Si lo logran, se abre ante ellos un acceso que les permite ingresar a las redes corporativas y a la información que en ellas circula.
Las empresas deben considerar la forma en que la información se encuentra almacenada, el valor de ésta y el riesgo de perderla o de que se haga pública. Esto hace evidente que debe existir algún tipo de medidas defensivas que reduzcan el acceso a datos personales sensibles.
Con una dependencia creciente de las aplicaciones en la nube, las empresas se enfrentan a un número cada vez mayor de problemas relativos a la privacidad de los datos, al cumplimiento normativo y la seguridad.
Entre éstos hay que mencionar los requisitos legales sobre la información personal de identificación (Personally-Identifiable-Information, PII), así como sobre pagos (PCI) y protección de datos relativos a la salud (HIPAA); políticas más estrictas de gobernanza de datos y normativas locales sobre domiciliación de multinacionales; y, mucho más importante, el flujo continuo de noticias sobre pérdida de datos.
Estos problemas pueden llevar a muchas empresas a retrasar o incluso rechazar la adopción de aplicaciones cloud.