El crecimiento en las descargas de aplicaciones móviles en México se encuentra ligado a la incesante adopción de dispositivos móviles (smartphones y tabletas). Al primer trimestre del año (1T16), el número de smartphones en el mercado ascendió a 79.98 millones de dispositivos, mientras que la base de tabletas alcanza 21.7 millones.
De esta forma, la adopción de dispositivos móviles resulta en una contabilidad de usuarios de aplicaciones en México de 82.3 millones al 1T16, lo que representa un incremento de 33.4% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Este mercado se caracteriza por un crecimiento sostenido y se espera continúe con esa tendencia de ascenso, puesto que el avance tecnológico y la disminución en precios de los equipos permite que más y mejores equipos estén disponibles para los usuarios. En la actualidad, no sólo a través de smartphones y tabletas se pueden descargar aplicaciones móviles, sino a través de una multiplicidad de dispositivos más como relojes inteligentes, set-top boxes, televisores inteligentes, consolas de videojuegos, entre otros.
Si bien en términos relativos ha aumentado la descarga por apps de paga, para alcanzar una adopción de 8.6% de los usuarios; se registra una disminución en el gasto por la descarga de éstas. De manera que al 1T16, el gasto promedio por su obtención asciende a $47.1 pesos, cifra 5.7% menor al registrado en el mismo periodo de 2015.
¿Qué factores justifican esta contracción en el gasto en aplicaciones de paga?
Un primer elemento a considerar es el modelo de distribución de aplicaciones en el mercado, es decir, el nivel de gratuidad que los desarrolladores le otorgan a sus aplicaciones. Dentro del universo de aplicaciones existentes, en muchas ocasiones financian sus desarrollos a través de la colocación de ofertas publicitarias o mediante la compra de contenido extra al interior de la misma aplicación, modalidad conocida como freemium o de compras in-app. Ello implica que los usuarios de dispositivos móviles realizan transacciones dentro de las aplicaciones a partir de su descarga gratuita, circunstancia que explica en parte el descenso en el consumo de aplicaciones de paga.
Otro factor es el precio final de las aplicaciones de paga, mismo que ha experimentado ajustes al alza debido a la depreciación del peso frente al dólar. En los últimos dos años, el precio inicial de este tipo de apps pasó de $13 pesos por la descarga a $17 pesos en periodos recientes, ello implica un incremento de al menos 30.8% por el pago de aplicaciones.
Por otro lado, las apps de juegos y productividad en las que usualmente se destina un mayor monto para su adquisición, han descendido entre las preferencias de descarga durante el último año, al pasar de 37% a 31% y de 20% a 19% de los usuarios respectivamente. Ello derivado del desincentivo que representa el alza en su precio por descarga.
Otro factor que debe tomarse en cuenta en este análisis, es aquel referente a los dispositivos de acceso. En razón de la diversificación de dispositivos móviles asequibles, es que consumidores de menor poder adquisitivo ahora pueden acceder a aplicaciones. Sin embargo, es probable que realicen un consumo limitado de aquellas de paga.
Incluso, destaca que en la distribución de descarga de apps de paga por NSE, el porcentaje correspondiente a A/B/C+ se contrajo cuatro puntos porcentuales para alcanzar un nivel de 34% al 1T16, mientras que aquel D+/D/E aumentó en dos puntos porcentuales para llegar a 24%. De manera lógica podría pensarse que entre mayor sea el poder adquisitivo del usuario promedio mayor es la probabilidad de gasto en aplicaciones, pero en la realidad estamos atestiguando un contexto a la inversa.
Precisamente en la implementación de modelos de negocio de aplicaciones, los desarrolladores buscan maximizar sus ganancias, ya sea a través del mayor número de descargas, la visibilidad de publicidad de terceros o generación de mayor tráfico posible a las mismas. Es por ello que a partir de esta radiografía sobre el mercado de aplicaciones de paga, los desarrolladores deben analizar y elegir el esquema de retorno óptimo para incentivar la descarga por parte de los usuarios finales.
A partir de lo anterior, es previsible que si bien el número de usuarios de aplicaciones de paga ha incrementado, en razón de la diversificación de dispositivos de descarga, el gasto promedio de descarga continúe a la baja, explicado por la tendencia a la implementación de modelos de negocio que permiten al usuario la descarga de manera gratuita. La incursión de mayores usuarios en segmentos de la población medios y bajos con dispositivos asequibles, cuyo consumo de apps de paga resulta aún menor que aquellos de NSE alto, debe ser un factor fundamental para que los desarrolladores analicen cuál debe ser el modelo adecuado de retorno para la descarga de sus aplicaciones.