Si anticipamos el potencial de Big Data para influir en el curso presente y futuro de las organizaciones, el momento actual es apenas el umbral de su desarrollo. Sólo como una referencia, tenemos que, según Gardner Group, se requerirán 4.4 millones de Data Scientists en todo el mundo en el 2015.
La cobertura cada vez más extendida de Big Data está invadiendo sectores como Banca, Viajes, Seguros, incluso Deportes y Gobierno. Ahora bien, el masivo volumen de datos que se vuelca en un software analítico permite identificar patrones y modelos de comportamiento de la demanda, el consumo y las conductas, para generar información estratégica que pueda, incluso, transformar el modelo de negocio de una organización, así como elevar la competitividad y permanencia en el mercado.
Los beneficios de Big Data se están demostrando cotidianamente, entre otras, en la definición de estrategias mercadotécnicas, comerciales, de diseño del producto, procesos de negocio y muchas más. La gestión y gobernanza de los datos, con todo el valor corporativo que representan, está siendo ejercida por un Chief Data Officer o un Chieff Analytical Officer, cuya misión es velar por los datos de la organización y sacar el máximo provecho de ellos.
Su perfil ha sido tecnológico preponderantemente, entre otras cosas, porque hasta ahora, sólo a esta figura interesaban los datos. Si bien la función tecnológica es un componente valioso en el perfil de la gente que gestiona los datos de la organización, cada vez más se consideran, dada la naturaleza corporativa y estratégica de los datos, los perfiles de ejecutivos dotados de una visión empresarial, con conocimiento del negocio y sus procesos, capaces de entender al mercado y el cliente, que pueda, incluso, inducir la transformación del modelo de negocio.
La capacidad analítica y de abstracción para descubrir el valor de los datos y concebir correlaciones relevantes, que conduzcan al cambio y la innovación, son ahora los factores determinantes en el perfil del responsable de la gestión de datos que conduzca al enriquecimiento de la inteligencia necesaria en la toma de decisiones acertadas y oportunas.
Todo esto, desde luego, en un entorno de seguridad digital. En este escenario, la formación académica es una variable más a la que deben conjuntarse: experiencia empresarial; visión corporativa del negocio; conocimiento de los conceptos básicos de las tecnologías que se aprovechan; talento mercadotécnico; así como carácter y convicción para influir en las decisiones estratégicas. Todo esto sustentado más en lo analítico que lo intuitivo, con una orientación al mercado y especialmente al consumidor.
Desde luego, cualquier tipificación del perfil para la Gobernanza de Datos en las organizaciones, será siempre dinámica y transitoria, de forma tal que se ajuste al cambio en los mercados, los objetivos corporativos y la innovación tecnológica.