El llamado 'trabajador del conocimiento' puede contribuir a generar un entorno de trabajo más útil, a través del intercambio de conocimientos y de la colaboración en conjunto
La denominación más común del ‘trabajador del conocimiento’ o Knowledge Worker se refiere a aquel que posee excelentes dotes para comunicar, aprender, actuar, resolver problemas y animar a los demás para involucrarse y participar de forma activa en los proyectos y tareas, realizando tanto las labores propias de su puesto, como incentivando a la creatividad.
La tecnología de la colaboración nos ofrece una mejor forma, más económica y más útil de intercambio de conocimientos y de trabajo en conjunto.
Es así que el trabajador del conocimiento ha sido finalmente liberado en la mentalidad organizacional de la línea de producción industrial. ¿Está usted, como gerente, listo para administrar la tercera ola de conocimiento?
En este sentido, es necesario comprender cómo se define el trabajo y cómo es que esta definición afecta a la manera en que se administra a los empleados. Muchos han hablado de este paradigma: la definición de trabajo como un lugar en vez de un resultado.
Recientes investigaciones de la Universidad de Stanford apuntan a un aumento del 13% de la productividad en las organizaciones que permiten el trabajo a distancia. Según este estudio, los empleados pudieron completar un 9% más de sus tareas cuando trabajaron desde casa, porque necesitaron menos tiempo libre para actividades familiares, sus descansos eran más cortos y eran 4% más eficaces mientras estaban trabajando. A pesar de que una parte importante de los empleados regresó a la oficina, debido al hecho de tener la opción de trabajar desde casa, la productividad global se elevó un total de 22%.
De acuerdo con predicciones de IDG, en 2015 la fuerza de trabajo móvil en todo el mundo ascenderá a 1.3 mil millones. Forrester, por su parte, pronostica que el número de usuarios de banda ancha móvil superará el número de usuarios de banda ancha en PC para el 2016.
Ante todo esto, surge el siguiente planteamiento: ¿Cómo pueden los gerentes dominar y explotar todo el potencial de la tercera oleada del trabajo del conocimiento?
Crear una cultura de colaboración. Con una fuerza de trabajo móvil, los gerentes tendrán que incrementar la colaboración a un nivel estratégico, mediante el establecimiento de metas y la creación de una cultura de colaboración para una innovación más rápida y más integrada.
Reconstruir la infraestructura. Se debe aprovechar al máximo el talento remoto y garantizar la igualdad de condiciones con los empleados de la oficina central. El aprovechamiento de talentos globales y de trabajadores móviles sólo puede ser valioso si el flujo de trabajo puede hacer uso de sus aportes diariamente. La reunión de los empleados en una plataforma de colaboración hará que los proyectos avancen rápidamente y ayudará a crear una comunidad unida, a pesar de que los miembros se encuentren físicamente distantes.
Reconsiderar el propio modo de pensar respecto al espacio de trabajo físico. Es más importante que nunca reconsiderar el uso del espacio en oficinas. Los trabajadores del conocimiento no deben ser forzados a comprometerse a una presencia sin sentido. La interacción debe ser, en cambio, cómo acomodar el estilo de trabajo del trabajador individual y no ser restringido a una necesidad organizacional de tener presentes físicamente a los empleados en la oficina. Ofrecer opciones, será recompensado con un aumento en la productividad.
Invertir en tecnología intuitiva. La tecnología intuitiva puede ser adoptada rápidamente debido a que es compatible con la forma en que la mayoría de los usuarios piensa y actúa. La tecnología intuitiva debe cumplir con el comportamiento humano y presentar al usuario una ventaja relativa. De lo contario, no importa lo caro que sea, no funcionará. Aquella tecnología que requiera horas de entrenamiento o la alteración de un modo de pensar está condenada a bajas tasas de adopción.
Reconocer la idiosincrasia. El equilibrio entre el trabajo y la vida personal es muy importante para el trabajador del conocimiento. La individualización y personalización son prioritarios para cualquier empleado. Esto incluye diferentes formas de trabajar, diversas necesidades en cuanto a dispositivos, medios y plataformas, y diferentes necesidades de formación y educación, las cuales deben ser abordadas teniendo en mente la productividad y la motivación del empleado.
Se requiere un cambio de mentalidad en las organizaciones para adaptarse a esta tendencia, pues de lo contrario, correrán el riesgo de no atraer y retener el talento que necesitan para hacer su negocio exitoso.
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