La Transformación Digital es sin duda uno de los temas del momento. Sin embargo, aún no está claro para muchos qué es y en qué consiste este proceso, que no es nuevo y que comenzó con la irrupción de los ordenadores en nuestras vidas.
La informatización fue ya disruptiva, no sólo en el mundo empresarial sino en la cotidianidad personal, pero la llegada y masificación de Internet supuso el punto de partida para la llamada Revolución Digital.
En el caso del mundo empresarial, hay tres áreas fundamentales sobre las que la transformación digital tiene un efecto disruptivo: experiencia de usuario, procesos operativos y modelos de negocios. De hecho, no es ningún secreto que a consecuencia de la transformación digital muchos de los modelos de negocios que hoy existen están ya en peligro de extinción.
Sin ir más lejos, la llegada de internet ha permitido que cualquiera publique en la red, todos podemos ser editores y tenemos acceso a la información gratis en cualquier parte del mundo. Esto ha tenido un efecto devastador en la industria de la información, los periódicos han dejado de controlar el canal de distribuidor de la información y su papel como intermediario entre el consumidor de información y la noticia, ha desaparecido. En el proceso de adaptación a un nuevo modelo de negocio, muchos medios tradicionales han desaparecido.
John Deere, el fabricante de maquinaria para el sector agrícola espera que un 20% de sus ingresos provenga de servicios digitales.
Pero la transformación digital trae también aparejadas una miríada de oportunidades, cuyos ejemplos podemos encontrar en los sectores que menos imaginamos. John Deere, el fabricante de maquinaria para el sector agrícola es una de las empresas que se ha propuesto adentrarse en la era digital y ha invertido aproximadamente mil millones de dólares en hacerse más digital. Pero no sólo eso, este año John Deere espera que un 20% de sus ingresos provenga de servicios digitales.
Esta maquinaria agrícola lleva asociada una ingente cantidad de tecnología que permite interconectar todo lo relacionado con la actividad –sensores, información de GPS, dispositivos para medir la calidad nutricional del suelo, la humedad y para configurar los aspersores de riego de acuerdo a la previsión meteorológica– a través de una plataforma digital y así automatizar completamente la producción. Es la digitalización del campo.
Pero asumir el reto que implica la transformación digital implica tener en cuenta las exigencias que presenta el nuevo panorama para todos los niveles de la organización. También, contar con la tecnología adecuada y una plataforma digital flexible y escalable que permita adecuarse a los cambios que impone la realidad.