Dimension Data, el proveedor de soluciones y servicios TIC con ventas anuales valorizadas en más de u$s 6.000 millones, reveló que este año el porcentaje de dispositivos antiguos y obsoletos en redes corporativas actuales de todo el mundo está en su punto más alto en seis años: más de 51% de todos los dispositivos evaluados ahora son antiguos u obsoletos. Además, el 27% de todos los dispositivos están más allá de su ciclo de fin de vida, punto donde el fabricante empieza a reducir el soporte.
En la empresa aseguran que esto se debe a la conjunción de tres variables: en primer lugar, a raíz de la crisis económica las organizaciones mantienen una atención constante en ahorro de costos. En segundo lugar, existe una creciente disponibilidad y absorción de modelos de consumo Software-as-a-Service, que reduce la necesidad de las organizaciones de invertir en su propia infraestructura. Y finalmente la llegada de las redes programables o definidas por software (Software-Defined Networks - SDN) pueden estar provocando que las organizaciones “esperen y vean qué sucede” antes de seleccionar y aplicar nuevas tecnologías – factor donde Dimension Data espera convertirse en el más influyente proveedor en los próximos 18 a 36 meses.
Publicado por primera vez en el año 2009, el sexto Network Barometer Report de Dimension Data es el resultado de los datos obtenidos a partir de 288 evaluaciones tecnológicas de 74.000 dispositivos de red de organizaciones de todos los tamaños y todos los sectores de la industria en 32 países. Además, se han recopilado datos de 91.000 incidentes de servicios registrados de redes de clientes que mantiene Dimension Data.
Jairo Ochoa, Country Manager de Dimension Data Chile explicó que una de las novedades de esta versión del Network Barometer 2014 es que “por primera vez los datos de nuestro país fueron considerados para el análisis global. Esto permitió poder medir con certeza cómo estaba Chile dentro del contexto internacional de países desarrollados y lo que se pudo concluir es que las empresas privadas e instituciones públicas de Chile están perfectamente alineadas tanto con las fortalezas como con las debilidades de empresas e instituciones de países poderosos. Es decir, Chile comparte el mismo índice de obsolescencia que el resto de los países analizados”.
Además, el ejecutivo resaltó que Chile tiene un índice levemente mejor en el porcentaje de PC’s obsoletos, aunque la diferencia es marginal: mientras la cifra mundial llega a 11%, en el caso de Chile los equipos obsoletos llegan al 9%.
Más allá de estas cifras, lo preocupante para Dimension Data es que la obsolescencia en los dispositivos de red pone en riesgo a las empresas en términos de seguridad y continuidad en la entrega de servicios, pero además podría limitar a quienes pretenden acceder a nuevas tecnologías críticas como Cloud, Big Data, Movilidad o la llamada ‘Internet de las cosas’.
Altas vulnerabilidades
El Informe además revela que hay una fuerte correlación entre el aumento del número de dispositivos antiguos y el crecimiento en los porcentajes de los equipos con vulnerabilidades. Esto incrementa el riesgo operativo general de una red sin mantenimiento.
“Esta combinación es muy negativa porque implica que las organizaciones no han actualizado las versiones de software de sus dispositivos, ya sea por simple descuido, por la falta de control de inventarios físicos o por versiones de software. El problema es que al no contar con contratos de mantenimiento, hay una alta probabilidad de presentar fallas de sistema con el consiguiente impacto en la alta disponibilidad de sus ofertas de servicios, repercutiendo en una mala imagen de servicio proyectada o directamente en el malestar de los clientes”, comentó Ochoa.
En términos desagregados, América, Asia Pacífico y Europa vieron aumentos relativamente altos en porcentajes de PSIRT (Equipo de Respuesta de Incidentes de Seguridad de Producto) para dispositivos de Cisco desde el año pasado, mientras que Australia, Oriente y África permanecieron relativamente estables.
Sólo el 16% de 91.000 incidentes de servicio registrados en los Centros de Servicio de Dimension Data el 2013 estaban relacionados con el dispositivo de red, mientras que el restante 84% fueron relacionados con temas como errores humanos, fallos del operador o cuestiones ambientales. El punto más crítico fue el error humano, con casi un tercio de todos los incidentes (errores de configuración de 6% y 26% otros errores humanos) potencialmente evitables.
Aumento en inversión
Producto de las necesidades corporativas de tecnologías de última generación, se ha podido observar que las organizaciones siguen invirtiendo en una conectividad inalámbrica completa en las redes de acceso y en infraestructura de red necesaria para soportar esta conectividad inalámbrica. Así, el porcentaje de acceso gigabit en los switches de acceso aumentó de un tercio de todos los puertos del año pasado, a un 45% este año. Además, el porcentaje de switches que admiten enlaces uplink de 10 gigabits aumentaron del 11% al 23%.
En Dimension Data aclaran que estos crecimientos demuestran que las organizaciones están realizando actualizaciones para apoyar a las tendencias como la movilidad, cloud computing, y eventualmente, la creación de redes definidas por software, buscando mejoras en su productividad, incremento de ventas y acortar el tiempo de lanzamiento al mercado. Por lo tanto, el principal criterio para decidir si se debe actualizar la red es su capacidad para soportar los requerimientos del negocio, no si el dispositivo es obsoleto.
Curiosamente, gran parte de las actualizaciones de switches de acceso están ocurriendo donde el dispositivo instalado aún tiene varios años antes de entrar en su ciclo de fin de vida. Así que mientras que las redes generalmente son cada vez mayores porque las organizaciones tienden a exprimir sus activos de red tanto tiempo como sea posible para ahorrar costos, también éstas están actualizando sus redes cuando la necesidad de nuevas características específicas se vuelven más apremiantes.
“Pero es un contrasentido”, finalizó Jairo Ochoa. “Porque por una parte al gastar en este tipo de actualizaciones las empresas están incurriendo en gastos tres veces más onerosos que si decidieran invertir en mantener los dispositivos de red actualizados. Y, por otra parte, si una red cuenta con equipos obsoletos hay una alta probabilidad que ciertas aplicaciones no corran en la red o su performance no sea la adecuada. De ahí la importancia de la “prevención” en vez de la idea de pagar por “parches” que no siempre darán los resultados esperados”.