Crear la posición de un director de datos se está poniendo rápidamente en boga, en los sectores privado y público. ¿Pero, cuáles son las responsabilidades de un CDO que no estén ya cubiertos en una organización? En primer lugar, vamos a considerar una definición del papel, tal como la proporcionada por Wikipedia –dice que un CDO es "un directivo de la empresa responsable por el gobierno y uso de la información como activo en toda la empresa”.
Mientras tanto, la definición de director de datos de TechTarget dice que un CDO tiene como "objetivo principal maximizar el valor que la empresa puede manejar de la creciente cantidad de datos que genera y mantiene”.
Se podría pensar que un CIO, ya en posición, sería responsable de supervisar el proceso de gobierno de datos y liderar los esfuerzos por aprovechar el valor empresarial de la información corporativa. Sin embargo, en muchas organizaciones, el rol del CIO se ha transformado con el tiempo en uno dedicado más a la implementación y administración de los sistemas de procesamiento de datos, equipos de red y otras plataformas de TI. Como resultado, su énfasis en la gobernabilidad de datos se ha reducido, o ha quedado completamente en el camino.
Para que el papel de CDO sea relevante, debe equilibrar el garantizar la facilidad de uso de los datos desde todas las perspectivas con el desarrollo de políticas y procedimientos para la supervisión y el gobierno de los activos de datos de una empresa. Para lograr esto, debe haber por adelantado claridad sobre tres facetas fundamentales del trabajo: desarrollar una estrategia de datos empresariales, instituir procesos de custodia y de gobierno de datos, y definir medidas cuantificables de éxito. Cada uno de ellos es vital para un marco de gobernanza de los datos eficaz, que se pondrá de manifiesto conforme los examinamos con más detalle.
Entre en el flujo de datos
Desde la perspectiva más simple, una estrategia de datos empresariales combina la documentación de cómo los datos se están utilizando actualmente con una visión de cómo la información debe fluir dentro y alrededor de una organización para permitir mejor el logro de los objetivos de negocio de las empresas. Desde un punto de vista práctico, se debe comenzar con el desarrollo de un inventario de los activos de datos, identificar qué unidades de negocio los “posee" y adquirir conocimientos sobre los usos operacionales de los conjuntos de datos individuales. También es necesario catalogar cómo se formatean y se gestionan los conjuntos de datos –por ejemplo, los datos de transacciones estructuradas almacenados en bases de datos relacionales frente a los documentos no estructurados mantenidos en sistemas de archivos.
Otro elemento fundacional clave es documentar el ciclo de vida de los datos: cómo los conjuntos de datos se crean, capturan, modifican y utilizan, incluidas las políticas y los procesos de retención de datos, archivado y eliminación. Además, una estrategia de datos corporativa debe incluir la integración de datos y procesos de calidad de datos, la gestión de metadatos y el desarrollo de un glosario de negocios con definiciones de datos estandarizados, diseñados para aumentar la facilidad de uso de la información y reducir el riesgo de confusión de los usuarios finales. Una vez que todo eso está implementado, buscar formas de mejorar los flujos de datos y su uso puede ayudar a afinar la estrategia y aumentar el desempeño organizacional.
Gobernar datos de manera efectiva significa ir más allá de la creación de un consejo de gobierno de datos, especialmente si termina siendo neutralizado por limitaciones de alcance que obstaculizan su eficacia. Para que el proceso de gobernanza de datos funcione, un CDO debe garantizar que un modelo operativo para la administración y gobierno de datos se desarrolle con funciones definidas, responsabilidades y niveles de escalada para hacer valer el cumplimiento con las reglas para usar los datos empresariales. Un enfoque que no vaya acompañado de un marco de este tipo está destinado a perder la marca.
El gobierno de datos en cifras
Por último, si una posición gerencial carece de metas cuantificables, el ejecutivo que esté encargado estará condenado al fracaso. Cualquier persona que tome el papel de CDO debe insistir en que las medidas de desempeño para la gestión de la información empresarial deben estar claramente especificadas. Si aún no están definidas, la primera tarea de un CDO debe ser proporcionar las métricas propuestas al resto del equipo directivo. Tener metas tangibles no solo proporciona un medio para monitorear el progreso, sino que también protege al CDO de ser culpado por cuestiones ajenas a su voluntad.
Las métricas operativas básicas se pueden incluir, por ejemplo, el número de conjuntos de datos catalogados y el número de términos de negocio añadidos al glosario. Pero las medidas de rendimiento reales deben reflejar el uso eficiente y coherente de los activos de datos empresariales –por ejemplo, la adopción más amplia de la inteligencia de negocios de autoservicio y las herramientas de analítica, el ahorro de costos por la eliminación del almacenamiento de datos duplicados y una reducción en los errores de datos y otros problemas de calidad.
Instituir políticas y procedimientos de gobierno con objetivos empresariales tangibles, mientras se desarrolla una estrategia de datos global para una organización, requiere de una persona con las habilidades, los conocimientos y las características adecuadas. Para ser tomado en serio, el CDO debe elevarse por encima de la política corporativa, debe comunicar de manera efectiva el valor del gobierno de datos y tomar las medidas adecuadas para involucrar tanto a los profesionales de datos como a los usuarios, creando un entorno de colaboración para la gestión y el gobierno de datos.
El objetivo final es facilitar la utilización óptima de los datos corporativos y la adopción de datos de referencia estandarizados y de las herramientas comunes para la gestión, integración, generación de informes y análisis de datos. Y eso no se debe hacer en un vacío: el CDO debe rendir cuentas al equipo de alta dirección para asegurar que esos objetivos se están cumpliendo con éxito y de manera oportuna.