jueves, 15 de octubre de 2015

El futuro de los servicios TIC en México

La dinámica del macroentorno de la industria TIC y en particular de los prestadores de servicios puede propiciar un impacto positivo o negativo en un horizonte inmediato, en el corto, mediano o largo plazo. En este sentido, es conveniente analizar las tendencias más importantes a través de cuatro dimensiones: socio-económicos y regulatorios, entorno competitivo, mercado e innovación tecnológica.

En esta dimensión se consideran tres elementos: un escenario de crecimiento económico moderado con un impacto negativo inmediato en el mercado, caracterizado por la depreciación del tipo de cambio y cierta debilidad del consumo e inversión. El segundo se trata del entorno regulatorio que podría tener un impacto positivo en el corto plazo a través de legislaciones el manual administrativo de aplicación general en materia de tecnologías de la Información y Comunicaciones y en la Seguridad de la Información, que entre otros elementos, establece las políticas y disposiciones para la Estrategia Digital Nacional en materia de TIC y seguridad de la información entre otras.

El tercer elemento es el impacto de la generación “Y” en la manera de colaborar en una organización, la cual está caracterizado por un entorno de trabajo colaborativo, flexible e informado en un ambiente de privacidad. El crecimiento de este grupo generacional en medio de la tecnología hace posible estas nuevas formas de ocupación.

Entre los elementos que están mostrando un impacto inmediato en el mercado de servicios TIC destacan las tendencias de inversión y gasto tanto en compra tradicional como tercerización de tecnología que generan oportunidades en todo el ciclo de servicios: planeación, implementación, operación y soporte. Aunque los compradores tradicionales juegan aún un rol relevante, los emergentes demandan nuevas soluciones por lo que es importante perseguirlas en paralelo ya que se requiere de una visión articulada en el portafolio del prestador de servicios.

Por su parte, las actuales tendencias de compra de tecnología propician un mundo híbrido donde las organizaciones están buscando asegurar la infraestructura, aplicaciones y servicios que coadyuve a su transformación digital. Esto hace factible que temas como la colaboración abierta distribuida puedan tener un impacto en el mercado en un corto plazo. En esta dimensión se consideran las tecnologías disruptivas como la nube, social, movilidad, analítica e internet de las cosas.