martes, 3 de noviembre de 2015

¿Cuál es la mejor manera de manejar dispositivos viejos en su red?

La mayoría de empresas tienen dispositivos fuera del mercado o sin soporte en sus redes. ¿Cómo asegurar que su equipo está actualizado?

Cuando un dispositivo de red llega al final de su vida soportada, no recibirá actualizaciones del sistema operativo o correcciones de errores.

Lo que esto significa para una organización es que si un dispositivo de red es fundamental para su negocio del día a día, debe ser reemplazado antes de que llegue su fecha anunciada del final de su soporte. Esto es especialmente importante si su negocio depende de aplicaciones alojadas localmente a las que su fuerza de trabajo y clientes necesitan acceder directamente desde la red.
Una reciente encuesta realizada por la consultora de TI Softchoice en más de 200 organizaciones, encontró que el 60% de las empresas tienen dispositivos que se acercan al final de su vida. Además, según la encuesta el 95% de las empresas tienen dispositivos que ya no están en venta operando en sus redes. Estos dispositivos ya no están disponibles en el mercado, pero aún así son soportados (por el momento) por su fabricante.

Mantener el hardware de red al día

Mantener su hardware de red al día y bajo soporte le asegurará que usted está recibiendo actualizaciones de seguridad críticas, correcciones de errores, y que tiene el soporte técnico y el reemplazo del producto a la mano. También mantendrá el tiempo de inactividad no planificado al mínimo y asegurará que cualquier amenaza de seguridad basadas en sistema operativo se mitiga.

Para los dispositivos que pueden no ser críticos para las operaciones cotidianas, algunas organizaciones pueden optar por continuar utilizando componentes de red más allá de sus fechas de final de venta o de fin de soporte. Esto puede ser factible para empresas que tienen una mayor tolerancia al tiempo de inactividad o utilizan el hardware para trabajo no esencial o en entornos de prueba. Sin embargo, siempre debe tenerse en cuenta que, con el tiempo, estos dispositivos tendrán que ser reemplazados.

Cuando un dispositivo entra en final de venta, cuenta con un período de dos a cinco años antes de que el fabricante ya no lo soporte. Teniendo eso en mente, las empresas deben planificar y presupuestar en consecuencia para sustituir esos componentes antes de que el soporte del proveedor termine. Para ello, las empresas deben vigilar de cerca dónde están sus dispositivos de red dentro de su ciclo de vida, planificando reemplazos según sea necesario para reducir la posibilidad de una falla catastrófica.