viernes, 6 de noviembre de 2015

Las tres capas de las arquitecturas hiperconvergentes

- La arquitectura hiperconvergente entrega almacenamiento en paquete, pero intervienen varios elementos. Conozca las tres piezas de estos sistemas.

- Hiperconvergencia es la consolidación de las capas de computación, red y almacenamiento en un solo nivel. El objetivo es expulsar la complejidad y reducir los costos.

Si bien puede parecer que la naturaleza de llavero de las arquitecturas hiperconvergentes absuelven a una organización de la responsabilidad de cuidar cómo funciona la infraestructura de almacenamiento, el caso es lo contrario. Comprender cómo funciona el software de almacenamiento, qué almacenamiento y medios fueron seleccionados y por qué, ayudarán al planificador de TI a asegurarse de que se ha seleccionado el producto adecuado.

Para entender mejor cómo trabajan las arquitecturas hiperconvergentes, es importante profundizar en los tres niveles:

La capa de cómputo se compone de dos partes: el hardware del servidor físico y el software del hipervisor que da a hiperconvergente su nombre. Ambos elementos son fundamentales para el éxito global del proyecto hiperconvergente, así como para la idoneidad de una arquitectura hiperconvergente particular para la organización. Hay tres configuraciones de cómputo disponibles:
  • Un sistema hiperconvergente empaquetado donde el software y el hardware vienen preintegrados, y todas las actualizaciones futuras deben venir de ese proveedor. Esta configuración sacrifica la flexibilidad a largo plazo para ganar la simplicidad de un sistema llavero.
  • Las configuraciones solo de software donde la organización ofrece sus servidores. Este enfoque sacrifica la simplicidad de la configuración por flexibilidad a largo plazo.
  • Un modelo de “la mayor parte software". En este caso, el software se puede instalar en casi cualquier servidor, pero viene con un poco de hardware propietario, tal como una placa PCI Express para ejecutar funciones específicas.
El software del hipervisor también variará. Puede ser uno de los nombres de marca en la industria, tales como VMware, Hyper-V o uno de los hipervisores de Linux. Algunos proveedores han tomado los hipervisores de Linux y han creado su propia versión personalizada del hipervisor.

Si bien puede parecer que la naturaleza de llavero de las arquitecturas hiperconvergentes absuelven a una organización de la responsabilidad de cuidar cómo funciona la infraestructura de almacenamiento, el caso es lo contrario. Comprender cómo funciona el software de almacenamiento, qué almacenamiento y medios fueron seleccionados y por qué, ayudarán al planificador de TI a asegurarse de que se ha seleccionado el producto adecuado.

Para entender mejor cómo trabajan las arquitecturas hiperconvergentes, es importante profundizar en los tres niveles:

La capa de cómputo se compone de dos partes: el hardware del servidor físico y el software del hipervisor que da a hiperconvergente su nombre. Ambos elementos son fundamentales para el éxito global del proyecto hiperconvergente, así como para la idoneidad de una arquitectura hiperconvergente particular para la organización. Hay tres configuraciones de cómputo disponibles:
Un sistema hiperconvergente empaquetado donde el software y el hardware vienen preintegrados, y todas las actualizaciones futuras deben venir de ese proveedor. Esta configuración sacrifica la flexibilidad a largo plazo para ganar la simplicidad de un sistema llavero.
Las configuraciones solo de software donde la organización ofrece sus servidores. Este enfoque sacrifica la simplicidad de la configuración por flexibilidad a largo plazo.
Un modelo de “la mayor parte software". En este caso, el software se puede instalar en casi cualquier servidor, pero viene con un poco de hardware propietario, tal como una placa PCI Express para ejecutar funciones específicas.

El software del hipervisor también variará. Puede ser uno de los nombres de marca en la industria, tales como VMware, Hyper-V o uno de los hipervisores de Linux. Algunos proveedores han tomado los hipervisores de Linux y han creado su propia versión personalizada del hipervisor.

La red es lo menos radicalmente afectado de los tres elementos que son convergentes. En la mayoría de las configuraciones, ya no hay una red de almacenamiento dedicada porque ya no hay un sistema de almacenamiento compartido dedicado. Pero hay una cantidad significativa de conexión de red involucrada, especialmente a escala: los nodos tienen que comunicarse, y el almacenamiento tiene que ser asignado. Muchas arquitecturas hiperconvergentes terminan dedicando tarjetas de red y puertos de switch a este tráfico, esencialmente el elemento de red “no convergente". Las funciones de gestión de red a veces se integran, de modo que las configuraciones se pueden configurar desde la interfaz de gestión convergente.

La infraestructura de almacenamiento es la más radicalmente impactada por las arquitecturas hiperconvergentes. Normalmente, el sistema de almacenamiento compartido se elimina, y el almacenamiento interno dentro de los nodos se agrega en un volumen virtual. La parte de almacenamiento de arquitecturas hiperconvergentes es un sistema de almacenamiento definido por software de escala horizontal, que puede funcionar como un componente de la arquitectura de hipervisor.

El hardware de almacenamiento sigue siendo importante en el diseño de la arquitectura hiperconvergente, y las partes son similares a un sistema de almacenamiento basado en hardware. En primer lugar, la organización necesita asegurarse de que los recursos compartidos (CPU y de red) tienen suficiente ancho de banda para manejar todas las funciones de almacenamiento, así como todas las máquinas virtuales que puede manejar. En segundo lugar, los medios que se instalarán dentro de los servidores son importantes, y asegurarse de que haya un equilibrio adecuado de unidades flash y de disco duro para que el costo y el rendimiento están en sincronía es crítico.

Si bien la arquitectura hiperconvergente a menudo se entrega como un único componente, hay capas debajo de la cebolla. Cuantas más de esas capas entiendan los profesionales de TI, más serán capaces de seleccionar el producto adecuado para sus organizaciones, así como adaptar la arquitectura a las necesidades futuras. Las tres capas